lunes, 15 de abril de 2024

TRASLADO DE COLMENAS

 Este fin de semana - 12,13,14 abril - lo he destinado a hacer el primer traslado de colmenas desde Valverde de Ágreda hasta Añavieja. 

¿Por qué? Pues porque salí a dar un paseo por el monte de Añavieja y descubrí que estaba con todo el romero florecido. El campo, el bosque, el encinar eran una explosión de color morado y blanco. ¡Parecía una explosión de alegría y de ilusión!

Así es que volví hacia casa, cogí el Terrano y el remolque y trasladé 24 colmenas en la noche del sábado. Fue dificultoso el traslado porque estoy padeciendo una bronquitis pulmonar con fiebre y esputos de color verde, acompañada de tos agónica.

He decidido que este próximo jueves vuelvo a Añavieja. Cogeré el Terrano y el carro y bajaré hasta Valverde. Retiraré las alzas a las colmenas, cargaré el primer viaje y al día siguiente cargaré el siguiente viaje. Lo tengo decidido porque en Valverde apenas hay tomillo florecido como consecuencia de la gran sequía del año pasado. Sucedió que el año pasado se secaron muchos tomillos y ahora apenas hay floraciones de romero y tomillo.

Por el contrario, en Añavieja florece el romero y algo el tomillo. La causa de este fenómeno viene propiciada porque el bosque de encinas protegió contra la sequía a las plantas pequeñas. Además, las dos grandes tormentas del año pasado arrojaron mucha agua. Ese agua se filtró en el suelo de arena del bosque y ahora las plantas tienen frescor y fuerza.

Lo dicho, el jueves trabajaremos a gusto y el viernes disfrutaremos de traslados. Espero que para ese día, la fiebre, la tos y los mareos hayan menguado y mi cuerpo esté suficientemente fuerte para afrontar el trabajo.

domingo, 7 de abril de 2024

INICIAMOS AÑO, AUNQUE SEA EN ABRIL

 Ayer estuve en Añavieja. Cargué el Nissan Terrano con alzas y bolsas de alimento y me dirigí al asentamiento de Valverde de Ágreda.

Sorpresa, todas las colmenas tenían las tapas puestas, el aire no se había llevado ninguna. Digo lo de las tapas porque hace 4 semanas y hace 6 semanas hubo tales ventoleras que se llevaron 11 tapas de colmenas y fallecieron por frío y agua las 11 colmenas. ¡Un desastre!

Ayer disfruté de una buena mañana, alimenté a las colmenas para excitar a las reinas y me "inventé" dos colmenas nuevas cogiendo cría con huevo de 1 día y añadiendo abejas a las dos colmenas. Es curioso el fenómeno de la "deriva", pero ayer, en la última colmenas había más de 50.000 abejas. Eran fruto de la deriva de dichas abejas que, al volver a sus colmenas, y empujadas por los fuertes vientos, habían superpoblado la última colmena. Con dichas abejas cree dos nuevas colmenas. Me pregunto: ¿funcionará el invento? Lo veremos en las próximas semanas.

He descubierto, para mi sorpresa, que ya tengo puestas 17 alzas y algunas de ellas están con los cuadros llenos de miel de romero y tomillo. ¡Bienvenida sea esta miel, de la cual no probaba desde hace dos años como consecuencia de las sequías!

Y por último, y como grata sorpresa, he comenzado a tener un nuevo alumno. Es marroquí, se llama Abdulah, y parece que tiene ganas de hacerse con varias colmenas. Ha comprado varios núcleos de abejas. Le he regalado 4 colmenas, 4 alzas, muchos cuadros estirados y el alimento para alimentar a las colmenas durante estos dos meses. En fin, que espero que aprenda lo básico mientras me acompaña y en el futuro consuma de la miel de sus abejas.

Espero que el próximo fin de semana pueda poner muchas alzas a las colmenas y pasar los núcleos de las abejas de Abdulah a colmenas. Si es así, lo celebraremos.

Y nada más por ahora, estamos disfrutando de un buen tiempo después de vivir 2 semanas de lloviznas, frío y fuertes vientos.

miércoles, 7 de febrero de 2024

SACAR MIEL A DESTIEMPO

 ¡Ay, si es que no aprendo!

No estoy seguro de haberlo mencionado en comunicaciones precedentes, pero es que si no meto la pata una vez es porque la meto dos veces. Tenía que haber retirado la miel que había en las colmenas en el mes de octubre, pero no lo hice. ¿Por qué? Pues porque ya habíamos extraído miel en dos ocasiones y habíamos limpiado el extractor y todo el obrador. Estábamos rebosantes de miel, cada colmena había producido 35 kg de miel de media. Y mi esposa y yo nos decíamos: ¿para qué queremos más? La Providencia nos ha sido generosa.

En esos primeros días de octubre, las colmenas estaban con la miel justa y suficiente para que las abejas pasaran el invierno y los cuadros 1,2,9 y 10 estaban vacíos. Pero sucedió que llovió, no muchas litros, pero sí los suficientes para que refloreciera el brezo y las abejas volvieran a llenar TODOS los cuadros con miel.

A finales del pasado mes de enero - hace 3 semanas - quise cambiar las colmenas de lugar y llevarlas a Valverde para que polinizaran los almendros. Ese fue el momento en el que fui consciente de cuánta miel había en las colmenas. Casi todas las colmenas pesaban los 40 kg. ¡Una barbaridad! Resultaba fatigoso cogerlas, llevarlas hasta el carro y colocarlas organizadas en 3 pisos. El segundo viaje de colmenas me resultó penoso, los dedos apenas podían soportar el peso de las colmenas. ¡Menos mal  que en los meses de diciembre y de enero estuve ejercitando la musculación con levantamiento de pesas, cuclillas y otros ejercicios de potenciación muscular! Pero no había ejercitado los dedos de las manos, y mi trabajo concluyó con dolores de falanges. ¡En fin, que no aprendo!

Estuvimos sacando la miel este fin de semana y resultó costosísimo porque la miel estaba fría y no salía de las celdillas. Tuvimos las alzas metidas en una pequeña habitación con calor durante un día y, pese a ello, resultó costosísimo en tiempo y energía poder sacar la miel. Al final, y después de muchas horas, extrajimos 250 kg de miel.

Después de coger los cuadros con miel de las colmenas, repuse los huecos con cuadros vacíos de miel para que las abejas estiraran la cera y las reinas comenzaran a poner huevos. A la par, y cuando cerraba cada colmena, le ponía una bolsa de alimento azucarado, muy licuado, para excitar a las reinas y que comenzaran a poner huevos. La sensación que tuve al trabajar todas las colmenas, es que esta primavera están más fuertes que en años precedentes. Ahora sólo falta pedir a la Providencia que nos envíe la lluvia para que florezcan los almendros, los polinicen las abejas y las colmenas se llenen con mucha cría.

En los dos años precedentes apenas sacamos miel (creo recordar que extrajimos en torno a 450 kg). La consecuencia fue nefasta porque al no servir a los clientes habituales, éstos se buscaron otros apicultores de aprovisionamiento. Este año, que tenemos mucha miel, ¡no tenemos clientes! Nos quedan 700 kg de miel embotada en frascos, pero no hay demanda de clientes.

El trabajo en el campo, y más siendo manual, es muy laborioso y a la par es incierto en resultados. Comienza el año apícola, me creo expectativas, planifico y viene la incertidumbre de si lloverá y habrá cosecha o tendré que comprar azúcar para alimentar las colmenas y que no se mueran de hambre.

Bien, bien, por hoy ya "he llorado" bastante. El próximo día publicaré el siguiente capítulo acerca de cómo viene el año y qué expectativas contemplo.

Sed felices, diseñar en vuestra mente cosas positivas, dad gracias por cada día que amanece y salid a pasear y dar oxígeno a vuestros pulmones. Nos leemos en la próxima

jueves, 18 de enero de 2024

DAMOS INICIO AL AÑO APÍCOLA

 Aunque el tiempo no aconseja mover las colmenas, yo las he cambiado de asentamiento hoy.

Miré ayer el pronóstico del tiempo para los días venideros y quedé desconcertado porque anunciaban posibles nevadas y fuertes vientos con rachas. Así es que hoy me he levando pronto, he viajado hasta Añavieja y, a lo largo de la mañana, he trasladado las colmenas desde Añavieja a Valverde de Ágreda.

Han sido dos viajes fáciles de hacer porque el recorrido suponía pasar de los 1.100 metros de Añavieja a los 900 de Valverde.  Han mejorado las pistas parcelarias y el trayecto es, en general, lígero y cómodo. Había buena temperatura aun cuando el fuerte viento no era un factor positivo. A la hora de comer ya había hecho los traslados de colmenas.

Pero, y ahí viene el aprendizaje de mi maestro Íñigo, las colmenas pesaban más de 40 kilogramos y las he pasado canutas aun cuando llevo varias semanas haciendo pesas para facilitar el trabajo. La pregunta es: ¿cómo pueden pesar tanto las colmenas? La respuesta es sencilla. El año pasado sacamos miel en dos ocasiones y obtuvimos buenos resultados. Creo que fueron algo más de 1.700 kg con 50 colmenas. Cuando acabamos de sacar la miel a finales de septiembre, limpiamos los maduradores, los extractores y todos los equipos. Pero siguieron días de buenas temperaturas y cayó una tormenta. Y ahí estuvo el quid de la cuestión pues las abejas siguieron trabajando y metiendo miel.

Hoy, trasladar las colmenas al carro, apilarlas hasta 3 alturas y después volverlas a descargar y colocar en el nuevo asentamiento, ha supuesto un esfuerzo notable. Las puntas de los dedos de las manos no soportaban el peso cuando ya quedaban pocas colmenas por colocar. ¡Uf! ¡Qué malos ratos he pasado!

El próximo año no limpiaremos los equipos de extracción hasta noviembre.

Y ahora viene lo mejor. Tengo que sacar toda la miel que no saqué en noviembre porque en este momento las colmenas están llenas de miel y las reinas no pueden hacer la puesta y se bloquean las colmenas. ¡Vaya gracia, sacar miel de brezo en marzo!

Y nada más por ahora. Cuando comience los trabajos iré reflexionando y tomando notas en este "memorandum". Es que no tengo remedio, cada año meto la pata en algún trabajo.

Un saludo para tod@s.

José Manuel

domingo, 10 de diciembre de 2023

CONTINUAMOS CON EL ARREGLO DE CAMINOS

 Buenas y venturosas tardes a quienes leéis este pequeño blog.

Sí, efectivamente, este fin de semana estuvimos arreglando el camino de arena que lleva hasta el asentamiento de abejas. Le sugerí a mi hermano si podíamos continuar arreglando el camino de arena que había sido devorado por el agua en la última tormenta. Y accedió.

Enganchamos un remolque viejo sin tableros al tractor con pala. Mi hermano fue cargando el remolque de piedras de tamaño entre pequeño y mediano con ayuda del tractor y de la pala. Después entramos en el camino de arena hasta llegar al lugar donde el agua había descarnado el suelo. Fuimos descargando piedras en el socavón del camino, a lo largo de unos 30 metros.

La segunda parte del trabajo consistió en igualar el suelo de piedras, tapando lo mejor posible el canal que había creado el agua. El trabajo nos llevó media mañana, lo justo para volver a casa a la hora de comer.

No somos perfectos ni adiestrados camineros, pero yo quedé conforme con el trabajo hecho. El mes de enero podré llegar hasta el asentamiento de abejas y salir de él con el carro cargado de colmenas, sin miedo a volcar y tener un accidente.

Estos trabajos de mantenimiento son vitales para un buen funcionamiento del apicultor y de la apicultura. Hay que prevenir, anticiparse a los posibles problemas, mantener en perfecto estado las colmenas y los caminos que conducen a ellas. 

En los próximos días de este mes de diciembre bajaré al lugar donde pondré las colmenas en el mes de enero. El lugar ya lo tengo acondicionado desde hace dos años y ha estado en perfecto uso. Pero es conveniente revisarlo, comprobar que todo está en perfecto estado. Este año ha habido mejoras en los accesos a ese lugar porque han arreglado los caminos de aproximación. El problema viene en los últimos doscientos metros en los que no hay camino y el trayecto está cargado de sorpresas.

Por cierto, además de arreglar el camino, tuve la feliz idea de acercarme hasta el asentamiento para ver el estado de las colmenas y sentí un inmenso placer, pues todas las colmenas estaban funcionando a tope, se veían salir y entrar muchas abejas. Sólo un núcleo que cogí a finales de verano parecía más flojo. Pero espero disponer de todas las colmenas para llevarlas al próximo asentamiento y que las abejas lleven a cabo su trabajo de polinizar los almendros a la vez que producen miel de romero y de tomillo.

Y esto es todo por hoy. Me leéis en la próxima entrega después de Navidad.

miércoles, 29 de noviembre de 2023

CARTEL DE VENTA DE MIEL

 Ahora, desde hoy, debo tratar de vender la mayor cantidad de miel posible. Es el reto del que hablé en la anterior comunicación y el que debemos llevar adelante, tanto mi mujer y yo, como los voluntarios que colaboran, como las parroquias, como mi tía Rosa, como...

El fin de semana pasado coloqué un supercartel encima de la puerta de entrada de la casa de mi tía Rosa. El cartel mide 80 x 60 cm. Ella dice que se verá desde la carretera, aproximadamente a 60 metros de distancia. Ese mismo cartel, a tamaño más pequeño, en A3, lo vamos a colgar a la entrada de nuestra casa de Añavieja. Lo pondremos cuando estemos pasando el fin de semana y las vacaciones en el pueblo, y lo retiraremos cuando no estemos allí.

Os adjunto el cartel por si os puede servir de orientación en el caso de que queráis poneros uno en vuestro negocio, o a la entrada de vuestra casa.

Pues nada más, esto es todo por ahora. Nos vemos en la siguiente comunicación.

lunes, 27 de noviembre de 2023

REPARANDO O ARREGLANDO CAMINOS

 Como consecuencia de las lluvias torrenciales de la primavera pasada, el camino que lleva desde la pista parcelaria hasta el asentamiento de abejas ha sufrido un serio deterioro. Me explico.

El camino entre encinas está asentado sobre arena - algo parecido a un camino de playa -. A medida que ascendemos progresivamente nos vamos introduciendo en el encinar, el camino se estrecha, y a la vez vamos acercándonos al origen de donde proviene la arena. Las encinas crecen en un suelo de arena, desde la parte inferior del "valle" hasta la media montaña. Cuando se produjo la lluvia torrencial en la zona (llegaron a caer 75 litros por metro cuadrado), el agua arrastró la arena del camino y lo dejó hundido en uno de los lados, creando así un gran bache continuado. Ahora, para circular por dicho camino, el vehículo avanza inclinado, con muchos baches que imposibilitan la estabilidad.

En el mes de enero tengo que sacar las colmenas de dicho encinar para llevarlas a polinizar los almendros de Valverde de Ágreda, pero el carro en el que irán cargadas tiene un eje muy bajo, el cual golpea en el suelo y a la vez se inclina peligrosamente provocando que vuelque con el contenido de las colmenas en su interior.

Este fin de semana me he beneficiado de la ayuda de mi hermano Juan Carlos, agricultor. Ha cargado un remolque, con ayuda de la pala tractora, con piedras redondeadas medianas y lo hemos ido descargando a lo largo del camino donde se ha producido el regacho. Después hemos igualado el suelo, moviendo las piedras con ayuda de azadas. Así hemos "arreglado" la parte más deteriorada del camino, unos 20 metros. El próximo puente festivo de cuatro días espero convencer a mi hermano para continuar haciendo el mismo tipo de trabajo en el resto del camino. Aproximadamente otros 30 metros. De este modo podré desplazarme por el camino con el remolque cargado de colmenas.

El mantenimiento de este camino me lleva ocupadas muchas horas a lo largo de estos años pasados. Continuamente lo debo podar de ramas y de zarzas con ayuda de podadora. En los lugares donde se iban produciendo regachos y desigualdades del terreno he anclado rejillas que ya están obsoletas de las granjas de cerdos. Este mantenimiento anual me está permitiendo llegar al asentamiento y volver de él con garantías. Ya comenté en algún escrito anterior que me sentía molesto porque el uso de dicho camino se deteriora si lo transitan vehículos todoterreno de ruedas altas y anchas. Vehículos de personas sin cerebro que piensan que el campo y los caminos están para ser usados indiscriminadamente.

Por el momento me siento más relajado porque la angustia de un posible vuelco con el carro cargado de colmenas no se va a traducir en un triste episodio. Continuaré mejorando el camino y espero disfrutar del asentamiento y del lugar durante muchos años.

Por cierto, este año en el que ha habido una mala cosecha de miel generalizada, yo he sido un beneficiario de una buena cosecha y dispongo de mucha miel. Ahora viene la fase de la venta: ¿conseguiré vender toda la miel antes de la cosecha de junio?

Un abrazo para los amigos y amigas lector@s.